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"La casa alberga un día soñado, la casa protege al soñador, la casa le permite a uno soñar en paz" Gaston Bachelard, La poética del espacio.


La obra de Cristian Osuna se puede abordar desde dos posibles miradas. La primera más distante donde solo se aprecia la fachada de una casa y una segunda mirada "la casa de las cosas"; citando a Bachelard.

Me atrevo a comparar a Cristian con un Flaneur moderno, que va recorriendo el barrio capturando, a través de la cámara de su celular, aquellas casas que llamaron su atención, aquellos espacios que lo sorprendieron, donde el detalle y el color del objeto toman protagonismo. Tanto en su pintura como en la elección de imagen la minuciosidad se hace protagonista.


Sus pinturas funcionan como una máquina del tiempo para quien la observe. Son un disparador para el recuerdo del espectador. El tiempo ya no existe. Tal vez ese objeto nos remonta a algún momento de nuestra infancia, la casa donde crecimos. El tiempo se petrifica en su pintura.


Casas de barrio, vacías, solas, casas deshabitadas pero al mismo tiempo habitada por el espectador. Las imágenes habitan el espacio que les fue dado. Uno no ingresa al interior de aquellas pinturas, pero sí a la galería que las alberga.


Obras que nos llaman a verlas de cerca, a contemplarlas. Su paleta desaturada nos transmite cierta calma, sus pinceladas suaves y pensadas. Pareciera que en cada aplique de óleo el artista deja un pequeño fragmento de él. Esa esencia que hace que la imagen sea poesía.


¿Qué recuerdos se hallan albergados en aquellas casas pintadas? ¿Cuántos sueños perdidos entre pinceladas?.


Cristian genera un registro de lo que hoy está pero mañana ya no. Aquellas casas contenedoras de sueños, recuerdos, plantas y objetos, solo quedarán resguardados en aquellas pinturas al óleo que hoy vemos.


Laura Strifezza Rosario, Julio 2020


 

Enlaces:

- LAURA STRIFEZZA: strifezzala@gmail.com



El historiador Guillermo Fantoni dialoga con Patricia Dibert en Happening sobre el Grupo Litoral, formado por artistas de la plástica rosarina de los años 50, logrando una recolocación de la ciudad en el arte nacional e internacional.


📻 Compartimos esta columna de Guillermo Fantoni en el programa "Happening" de Radio Universidad de Rosario FM 103.3 que se emite todos los sábados de 11 a 13h.



Exhibición Sala #2/2020 - 03.06.20 DANIELA ANDEREGGEN . DANIELA ARNAUDO . MARÍA BLANCO

Curaduría Nancy Rojas

Una pena observada es el registro desesperado y metódico de los signos

que deja el desprendimiento en el aire, en el cuerpo y en el razonamiento.

Liliana Viola acerca de Una pena en observación, de C. S. Lewis


El textil es una práctica que tiene resonancia en el modus operandi del pensamiento en acto. Pero su cualidad más pregnante es que está asociado íntimamente a los gérmenes del lenguaje; concebido éste más allá del ímpetu comunicacional y más bien como una maraña de enlaces y derrames temporales.


En efecto, el textil constituye un lenguaje del cruce, que en la densidad de cada instancia de la construcción se inscribe en el horizonte de las pulsiones del dibujo, de las escrituras ovoides, en su sentido más amplio de la repetición y del flujo del tiempo.


En esta exposición, Subsuelo reúne a tres artistas de distintas generaciones que abordan a este lenguaje como una forma de segregación con respecto a las tendencias de des-territorialización y borramiento. En este plano y contradictoriamente, bordar se vuelve un acto marginal en el mismo momento en que implica una fuga hacia cierta centralidad, que es la que hace posible hoy el arte contemporáneo.


Arqueologías del duelo presenta, asimismo, tres modos de poner en escena a la figura del duelo, vinculado con la necesidad de luchar contra el exterminio de lo pretérito, con los ecos que irradia la figura de la pérdida. Son, cada una de estas piezas, estudios sobre la posibilidad de ritualizar la existencia pero también la ausencia a través de las imágenes, que al día de hoy son las únicas entidades que no caducan.


Daniela Arnaudo borda como si estuviera escribiendo una carta infinita, siendo la escritura un modo para retornar y a la vez para contar todo lo que aún puede permanecer privado del gran afuera.


Andereggen transita al textil como una gran urdimbre de lecturas pop y, en cierta medida neobarrocas y por ende escenográficas, recalando en la idea del amor, en su deformidad, en su complejidad y en su actual proyección queer cada vez más universalizada.


María Blanco produce con objetivos claros: relatar hechos sociales e historiográficos a los que interpreta y registra como capas superpuestas de una memoria que se ramifica en la extensión y en las torsiones que presenta cada pieza.


En los trabajos de las tres artistas el duelo opera como un sistema de conocimiento antes que como una metáfora de la pérdida, y el textil como una expresión orgánica cuya espacialidad, materialidad noble e iconicidad es entendida por su propia genealogía. Ésta pende tanto de los actuales procesos de subjetivación radicalizada como del impacto continuo e irreverente de la ancestralidad, figurada en los mantos sagrados y profanos que señalan paradójicamente la mutación perpetua de los tejidos culturales.

Nancy Rojas. Mayo 2020

 

Enlaces:

- MUESTRA ARQUEOLOGÍAS DEL DUELO: https://www.subsuelo.com.ar/arqueologiasdelduelo




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