TEXTO DE SALA
Pneuma
Antiguas cosmovisiones humanas consideraban la realidad compuesta por elementos primordiales, del más sutil al más burdo: éter, aire, fuego, agua y tierra. Para los estoicos, por ejemplo, la unión del aire y del fuego da como resultado el aliento vital, o pneuma, principio de vida y de movimiento. Esto pasa traducido a las lenguas latinas como ánima, y en la tradición tántrica equivaldría al prana, el aire cósmico que influye vida.
En esta obra, Cecilia Lenardón nos propone revisitar una metafísica del ánimo (y el desánimo) a través de dos seres que se inflan y desinflan, que hacen visible la oscilación de la que está hecha nuestra experiencia espiritual-psíquica, pero también nuestra experiencia social, económica, política y cultural: un verdadero subibaja emocional, una marea anímica en la que fluctuamos sin hundirnos.
La anterior referencia a Freud no es casual. La palabra psiquis también comparte esta etimología aérea: significa soplo, aliento y es nuestro componente más sutil… Actualmente no dudaríamos en localizar nuestra psiquis-mente en el cerebro. Sin embargo esto no siempre fue así: para las escuelas tántricas del sur de la India, la psiquis se aloja en los pulmones. Cuando meditamos, por ejemplo, el ritmo de nuestra respiración se calma: experimentamos, brevemente, la vacuidad del nirvana, la eliminación de las tendencias de la mente. Lo contrario también es cierto: cuando sentimos angustia, tristeza, ira, la respiración es agitada y brusca, se acorta, nos falta… se trata de emociones controladas por el paso del aire en nuestro cuerpo.
Por eso, en esta obra, Cecilia hace también psicología. Estos seres animados por el aire y que oscilan de manera tragicómica son exclamaciones: Ah, Oh, que van perdiendo su entusiasmo para luego recobrarlo, una especie de diálogo entre interjecciones. Las íntimas relaciones entre el ánimo, el lenguaje y la respiración; el humor; las torsiones del cuerpo; la oscilación del ánimo; la condensación en 2 palabras neumáticas: estos son los ríos por los que la autora nos propone navegar sin hundirnos. Sabemos que el futuro es incierto. A no desanimarse.
Agustín González
Diciembre 2023