BIO
(Rosario, Argentina, 14 de febrero de 1931 - 29 de enero de 2019) fue un destacado pintor argentino conocido por su estilo único, que conjugaba elementos del surrealismo con una profunda conexión a su entorno local. Su incursión en el arte comenzó a los 14 años de manera autodidacta, pero su formación artística se consolidó bajo la guía de Juan Grela, un referente del arte en Rosario. Allí, Rodríguez no solo perfeccionó su técnica, sino que también forjó lazos creativos con figuras como Estanislao Mijalichen y Raúl Conti, que marcaron su trayectoria.
A lo largo de su vida, participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Rosario, Buenos Aires y otras ciudades, compartiendo espacios con algunos de los artistas más influyentes de su generación. Sus obras, principalmente óleos, abordaban temas como el paisaje del río Paraná, personajes cotidianos y escenas cargadas de simbolismo, que transmitían un profundo sentido de identidad y pertenencia. Rodríguez tuvo un enfoque genuino hacia la pintura, priorizando la honestidad de su expresión por encima de las tendencias artísticas predominantes.
Su obra, que él mismo describía como un "surrealismo muy particular y argentino", se caracterizó por colores vibrantes y composiciones que evocaban tanto lo onírico como lo terrenal. Rodríguez entendía el arte como un reflejo de la experiencia humana y de su entorno, y así logró crear piezas que, aunque ancladas en el paisaje y la cultura argentina, contenían un mensaje universal. Además, su perspectiva crítica hacia la búsqueda de lo novedoso lo llevó a destacar la importancia de un arte que trascienda modas pasajeras y se sustente en un trabajo reflexivo y auténtico.
Más allá de su legado pictórico, Rodríguez dejó reflexiones profundas sobre el oficio del artista, la importancia del arraigo cultural y el diálogo entre lo tradicional y lo contemporáneo. Su sensibilidad artística y su compromiso con el arte como un medio de conexión humana y expresión personal le aseguraron un lugar destacado en la historia del arte argentino.
STATEMENT
La obra de Abel Rodríguez se caracteriza por un enfoque en el color, la geometría y la simplificación de las formas. Sus composiciones presentan un equilibrio entre la abstracción y la figuración, utilizando elementos geométricos para construir personajes, paisajes y objetos con un marcado carácter simbólico. La técnica de puntos pequeños, similar al puntillismo, otorga textura y profundidad a las superficies, generando una vibración visual que enriquece sus composiciones
OBRAS







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